El fondo de ojo es la exploración del segmento posterior del globo ocular, donde se encuentran importantes estructuras para la visión como la retina, la coroides, el vítreo y el nervio óptico. Se realiza de rutina a todos los pacientes, con o sin dilatación pupilar, sea con fines diagnósticos o terapéuticos.
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La dilatación pupilar se realiza con la finalidad de aplicar posteriormente una prueba diagnóstica, como puede ser la observación del fondo de ojo (para descartar o hacer seguimiento de patologías del mismo), comprobación de la graduación o con fines terapéuticos en caso de inflamaciones intraoculares. En la consulta no siempre es necesario dilatar las pupilas; en la mayoría de los pacientes las estructuras más importantes del fondo de ojo son visibles sin dilatar, ya que se encuentran en la zona central. Por lo tanto la dilatación pupilar la reservamos para cuando vayamos a observar la zona periférica de la retina, para revisar la graduación óptica en personas jóvenes o niños o cuando tengamos mala visibilidad del fondo de ojo en el caso de pupilas muy pequeñas o con opacidades.
La dilatación pupilar se realiza con la finalidad de aplicar posteriormente una prueba diagnóstica, como puede ser la observación del fondo de ojo (para descartar o hacer seguimiento de patologías del mismo), comprobación de la graduación o con fines terapéuticos en caso de inflamaciones intraoculares. En la consulta no siempre es necesario dilatar las pupilas; en la mayoría de los pacientes las estructuras más importantes del fondo de ojo son visibles sin dilatar, ya que se encuentran en la zona central. Por lo tanto la dilatación pupilar la reservamos para cuando vayamos a observar la zona periférica de la retina, para revisar la graduación óptica en personas jóvenes o niños o cuando tengamos mala visibilidad del fondo de ojo en el caso de pupilas muy pequeñas o con opacidades.
Depende del tipo de medicamento (colirio) que se use para la dilatación. Además la duración del efecto de las gotas puede variar entre cada paciente. En general, podemos decir que la duración puede oscilar entre 4 y 8 horas en promedio, pero en algunos casos este tiempo puede ser mayor.
Aunque pueda parecer obvio, la efectividad de la medicación que su oftalmólogo le prescribió puede verse reducida si usted no coloca correctamente las gotas. Para una correcta administración siga las siguientes recomendaciones:
La mayor parte de nuestras cirugías no necesitan ingreso, excepto aquellas realizadas con anestesia general como las de estrabismo en niños, las de retina que ameriten un posicionamiento estricto del paciente o por petición expresa del mismo.
Esto dependerá fundamentalmente de la lente intraocular implantada. Si se opta por una lente monofocal el paciente deberá usar obligatoriamente gafas para ver de cerca (lectura, costura, ordenador, etc.). Si por el contrario se opta por una lente multifocal el paciente podrá prescindir del uso de gafas para la mayoría de labores cotidianas, si bien puede haber situaciones especiales (poca intensidad lumínica, distancias intermedias…) en que puede ser necesario el uso ocasional de una gafa.
Lo más importante es valorar las necesidades de cada paciente para seleccionar la lente más adecuada a cada caso y que el paciente conozca las expectativas visuales que le puede ofrecer la lente implantada.
Las cataratas son la opacidad del cristalino, cualquiera sea la causa. La más frecuente es la senil, pero existen otros tipos secundarios a traumatismos, postquirúrgicas, por fármacos (como los corticoides), congénitas, por enfermedades metabólicas, entre otros.
La mayoría de pacientes que padecen cataratas refieren como síntomas iniciales la visión nublada y el deslumbramiento en situaciones de exposición lumínica importante (días soleados, conducción nocturna etc.). A medida que la opacidad del cristalino va avanzando se van acentuando los síntomas y el paciente nota una disminución de agudeza visual progresiva que le va dificultando en sus labores cotidianas. También es frecuente que los pacientes aprecien una mejoría de la visión cercana al inicio de la catarata, debido al efecto “miopizante” de la misma por cambios en su índice de refracción.
Debe acudir a su oftalmólogo para realizar una revisión completa que confirmará la presencia de dichas cataratas y descartará que su pérdida de agudeza visual se deba a otros problemas (degeneración macular, cambios refractivos, etc.).
La cirugía se puede plantear en cualquier momento de la evolución de la catarata, si bien la cirugía en fases muy avanzadas presenta mayor índice de complicaciones. Quizás el momento adecuado, de forma general, sería aquel en el que el paciente comienza a tener dificultades para su vida cotidiana (trabajo, aficiones, etc.).
En la actualidad la técnica más adecuada es la facoemulsificación (disolución mediante energía ultrasónica del núcleo del cristalino para proceder a su aspiración). El cristalino será sustituido por una lente intraocular. Esta técnica nos permite abordar la mayor parte de las cataratas realizando mínimas incisiones sobre la superficie ocular. Mucha gente cree erróneamente que es operada con láser.
A todos los operados de cataratas se les coloca lente intraocular. Se trata de una lente con el poder dióptrico adecuado para compensar el defecto generado por la extracción del cristalino. La gran mayoría de ellas son de material acrílico (de larga duración), existiendo dos grandes grupos:
Se trata de una cirugía poco invasiva que habitualmente se realiza con anestesia tópica (gotas) o local, según los casos y el grado de colaboración del paciente. Durante el postoperatorio inmediato el paciente puede referir escozor o alguna molestia leve que no le impiden el descanso, no precisando del uso de analgésicos.
Deberá cumplir el tratamiento prescrito con colirios de antibiótico y antiinflamatorio durante 15-30 días y evitar la manipulación sobre el ojo, siendo aconsejable el uso de gafas para las labores de riesgo e incluso dormir con una cápsula protectora los pacientes más inquietos. Durante los primeros días se aconseja una vida tranquila para evitar riesgos de golpes y centrarse en el cuidado del ojo y el cumplimiento del tratamiento, si bien esto no impide en la mayoría de los casos que el paciente pueda incorporarse a actividades laborales que no sean de riesgo o exijan un importante esfuerzo visual.
Una vez operado y tras la revisión postoperatoria el paciente podrá viajar en cualquier medio de transporte. De forma excepcional y si el paciente precisa de algún tratamiento especial que pudiera afectar a esta situación sería informado del mismo por su oftalmólogo.
La cirugía refractiva incluye todos aquellos procedimientos quirúrgicos encaminados a corregir un defecto refractivo del paciente, bien sea miopía, hipermetropía y/o astigmatismo, pudiendo actuar esta sobre las diferentes estructuras del ojo que tiene capacidad refractiva y/o introduciendo dentro de la cavidad ocular elementos con potencia refractiva (lentes intraoculares).
Puede solicitar una consulta de las siguientes formas:
Por teléfono: 986 432 318
o bien rellenando nuestro formulario de cita previa.